La Carta Astral –o Natal- es una foto instantánea del cielo “tomada” durante nuestro nacimiento. Según los astrólogos, es un gráfico donde se reflejan la posición del sol, la luna y los planetas en conexión con la bóveda celeste y el horizonte del lugar en el que llegamos al mundo. La orientación de estos astros influye, condiciona y determina diferentes aspectos de nuestra vida personal y social.
Para la astrología, todos tenemos tres signos con respecto a la ubicación astral. El solar, que se define por la posición del astro rey, es el que habitualmente conocemos como “nuestro signo” y define la esencia más profunda; el lunar, que marca nuestras emociones y sensibilidades; y el ascendente, que se define por la hora del nacimiento y determina nuestra personalidad social, nuestro temperamento y la manera en que nos mostramos al mundo.
En este esquema quedan grabados nuestros potenciales, debilidades, aptitudes y defectos. Muchos astrólogos están convencidos de que una Carta Astral o Natal permite analizar las posiciones planetarias -y sus relaciones- a partir de cálculos científicos y nos brinda la posibilidad de conocer, de manera profunda y reveladora, las características más íntimas de nuestra personalidad. Se trata de un verdadero mapa de vida, es el punto de partida para tomar decisiones correctas que concuerden con nuestras tendencias y gustos, influyendo en lo que llamamos destino. La Carta Natal funciona como una guía, como el punto de partida para tomar medidas adecuadas en lo profesional, lo privado y lo familiar. Es una herramienta útil de autoconocimiento que nos permite saber, incluso, lo que nuestro devenir nos depara para la salud, el dinero y el amor.
· Sol, Espíritu, conexión con lo divino, el Padre.
· Luna, Alma, conexión con lo divino, la Madre.
· Mercurio, el mensajero interno.
· Venus, nuestro encanto personal.
· Marte, nuestra fuente de energía.
· Júpiter, nuestras aspiraciones.
· Saturno, nuestro punto débil.
· Urano, la visión ideal. Libertad, independencia, interés por hacer cosas distintas.
· Neptuno, la inspiración divina.
· Plutón, la transformación interna
· Plutón, la transformación interna
ASTROLOGÍA Y PSICOLOGÍA.
Aunque existen distintas escuelas astrológicas, todos los astrólogos están de acuerdo en que hay una conexión entre el cosmos y la Tierra, que existe una relación entre el momento del nacimiento de una persona y las posiciones del Sol, de la Luna y de los planetas en el firmamento.
Un análisis astrológico es comparable a un análisis psicológico, pero con la ventaja de emplear un método que se ha comprobado durante miles de años y que, en esencia, no ha cambiado desde sus inicios. No es un método especulativo, como la psicología moderna, que cambia con el tiempo según los cambios en la sociedad humana, sino un lenguaje cósmico que se refiere a la esencia de la naturaleza humana y que siempre permanece igual a pesar de las alteraciones que puedan experimentan las civilizaciones y culturas de nuestro planeta.
La astrología es tan antigua como el tiempo medido; es un lenguaje de energía, y se podría definir como el sistema de psicología más antiguo que conocemos. C. G. Jung, uno de los fundadores de la psicología moderna, dijo: «La astrología incorpora la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad.»
ASTROLOGÍA Y CIENCIA.
En la Universidad de Indiana, un grupo de investigación se ha ocupado de investigar, acopiar y trascribir los manuscritos de Newton sobre Alquimia donde la astrología, como era de esperar, está presente por doquier.
Hay una anécdota muy famosa que narra cuando el astrónomo muy conocido por sus estudios sobre cometas, Edmund Halley, criticó despectivamente el valor de la astrología, Newton le respondió: "Yo he estudiado esa cuestión, Mr. Halley, y usted no".
Es consabido entre astrólogos que Isaac Newton también fue astrólogo y para muchos es una prueba de cómo nuestra disciplina puede ser abrazada por la ciencia. Por supuesto, esto no quiere decir que Newton desarrollara una astrología científica, ni mucho menos, sino que el pensamiento científico puede convivir amigablemente con el pensamiento no científico. Analógicamente está convivencia armónica la vemos expresada en nuestros dos hemisferios cerebrales.
"Los astros inclinan, pero no obligan".
Este refrán data de la
época medieval y renacentista cuando la astrología y la observación del cielo
jugaba un papel fundamental en la navegación de forma que permitía establecer
mejor el rumbo. Por tanto, lo que pretende decir es que hay un rumbo fijado, y
que es difícil huir de él porque habrá una fuerza que provoque que todo vaya en
esa dirección. No obstante, nada está escrito y da alas a la libertad de pensamiento
y de elección del hombre, para crear su propio destino.
Astrólogos y escolásticos han expresado durante siglos la idea de que la conjunción astral con la que se viene al mundo favorece ciertas inclinaciones, pero deja un gran margen para la autonomía o, dicho en términos escolásticos, el libre albedrío. “Conócete a ti mismo” es un consejo, un dicho que viene de la filosofía, de la antigüedad griega. Cuando lo oímos, pensamos en la necesidad de hacer introspección, en aplicar sobre nosotros mismos una mirada psicológica, autoconocimiento de quienes somos, de las leyes que nos rigen y conectan en niveles superiores de conciencia, esto es la astrología.
¿Te interesa una interpretación astrológica para conocer los aspectos psicológicos que te atañen energéticamente?
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